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Adoración

En base a la información que has compartido sobre tus creencias, tu personalidad financiera, que te impide alcanzar tus objetivos en materia de dinero, es “adoración”.

¿Qué son los "guiones" sobre el dinero?

Sé que tienes curiosidad por conocer tus resultados, pero primero deja que te hable un poco más sobre esta prueba y sobre cómo puedes sacarle el máximo partido. Es muy sencillo. Los “guiones” o “scripts” del dinero son una serie de creencias y convicciones inconscientes sobre el dinero que las personas desarrollan desde la infancia. Pueden estar moldeados por sus propias experiencias o incluso haber sido transmitidos por sus padres. Aunque no seas consciente de ellos, tienen una gran influencia en las decisiones financieras que tomas como adulto.

El término “money script” fue acuñado en 2011 por los psicólogos financieros Ted Klontz y Brad Klontz en su famoso estudio del Journal of Financial Therapy sobre las creencias sobre el dinero y el comportamiento financiero. Durante el estudio, preguntaron a los participantes hasta qué punto estaban de acuerdo con 72 creencias relacionadas con el dinero, como: 

Durante el estudio, preguntaron a los participantes en qué medida estaban de acuerdo con 72 creencias relacionadas con el dinero como, por ejemplo:​

Su estudio demostró que el comportamiento y las decisiones financieras de las personas están fuertemente influenciadas por las creencias y convicciones que tienen sobre el dinero.

Por ejemplo: los guiones autolimitantes sobre el dinero como "nunca habrá suficiente dinero" están relacionados con decisiones financieras desordenadas.

El estudio identificó cuatro tipos principales de guiones de dinero, conocidos como eKlontz-Money Script Inventory (o Klontz-MSI). Cada uno corresponde a una personalidad específica. Conocerlos es el primer paso para descubrir y comprender cuáles son tus creencias sobre el dinero. Ahora, echemos un vistazo a tu puntuación, a cómo afecta a tu bienestar financiero y qué puedes hacer al respecto.

Qué significa

La primera característica de los que tienen el guión del dinero “adoración” es que creen que el dinero es la clave de la felicidad.

Así, algunas de sus creencias son similares a éstas:

"Las cosas irían mejor si tuviera más dinero".
" Con más dinero sería más feliz".
"El dinero podría resolver todos mis problemas".

Creen que la solución a sus problemas es tener más dinero. Al mismo tiempo, creen que nunca tienen suficiente dinero.

La búsqueda constante de dinero nunca les satisface del todo.

Es muy probable que tengan muchas deudas en sus tarjetas de crédito. Los que adoran el dinero tienden a comprar cosas para intentar alcanzar la felicidad.

Es más probable que antepongan el trabajo a la familia.

Suelen dar o prestar dinero a otros, aunque no puedan permitírselo.

Errores y trampas

¿Por qué este modelo de creencias afecta negativamente a las finanzas?

Hay algo de cierto en la creencia de que más dinero puede hacer más feliz a una persona.

Las investigaciones demuestran que existe una correlación directa entre la felicidad y el aumento de dinero, hasta llegar a unos ingresos de unos 75.000 dólares. Después, hay poca correlación entre ganar más dinero y ser realmente más feliz.

Esto tiene sentido si se tiene en cuenta el estrés y la infelicidad que conlleva no poder mantenerse adecuadamente a uno mismo y a la familia.

En ese caso, es muy probable que con más dinero se mejoren las cosas y se resuelvan muchos problemas. Una vez que se tiene lo suficiente para vivir cómodamente, tener más dinero es menos relevante para la felicidad.

Sin embargo, cuando uno cree profundamente que más dinero se traducirá en mayor felicidad, menos problemas y una vida mejor, y esto no sucede cuando se tiene más dinero, la conclusión lógica es que se subestima la capacidad de manejar más dinero o que la riqueza no trae realmente la felicidad.

En otras palabras, este patrón de creencias lleva a cometer errores a la hora de tomar decisiones financieras porque probablemente se espera algo que probablemente no va a suceder.

También se puede ser menos propenso a correr riesgos con el dinero, por temor a que cualquier error pueda significar un importante revés financiero.

En este caso, es fácil sentir que nunca se puede tener demasiado dinero y caer en la trampa de querer siempre más, aunque ya se tenga mucho.

Resultado: este patrón influye negativamente en las finanzas hasta el punto de creer que tener más dinero nos hará más felices y resolverá todos nuestros problemas.

La mayoría de las personas que entran en esta categoría rara vez llegan a un nivel financiero en el que sientan que tienen “suficiente”.

Incluso pueden llegar a un punto en el que acumular más dinero se convierte no sólo en el medio para alcanzar el objetivo de ser más felices, sino en el objetivo mismo.

Los guiones de adoración del dinero se desarrollan en parte por vivir en una sociedad que fomenta la adoración por el dinero. Estamos rodeados de mensajes de que dicen que tener más dinero equivale a tener más éxito.

A menudo parece que las personas ricas son más valoradas y respetadas que las que no lo son. Puede resultar difícil cuestionar estos valores, sobre todo si las creencias están fuertemente arraigadas en nuestras familias, entre nuestros amigos y en cualquier otro ámbito.

El deseo de vincular nuestra felicidad a nuestros ingresos, nuestro patrimonio y nuestras posesiones no es bueno. Nuestra felicidad personal, nuestras relaciones y nuestro dinero pueden verse afectados.

Afortunadamente, hay algunas medidas prácticas que se pueden aplicar para evitar estos bloqueos y mejorar nuestra situación.

¿Qué puedes hacer al respecto?

1. El dinero no resuelve todos los problemas

Recuerda que más dinero no significa necesariamente tener una vida mejor.

Reconoce que tienes otros valores y habilidades que puedes utilizar para mejorar tu calidad de vida. Sé proactivo y busca formas de mejorar tu vida sin depender necesariamente del dinero.

2. Disfruta del viaje

Cuando uno se centra en el objetivo final, es fácil perder de vista lo que sucede en el camino. Cuando disfrutas del viaje, es más probable que te mantengas motivado y alcances tus objetivos. Asegúrate de celebrar tus éxitos y de encontrar placer en tus actividades diarias.

3. Piensa en tus intenciones de forma consciente

Antes de comprar algo, plantéate de forma consciente cuáles son tus verdaderas intenciones y necesidades. Céntrate en hacer las cosas que te gustan con las personas que quieres y utiliza el dinero para crear vínculos y recuerdos en lugar de acumular posesiones.

Este punto es quizás el más decisivo.

A fin de cuentas, no tiene sentido vincular la felicidad a nuestro patrimonio, ganancias o éxito financiero.

Tener suficiente dinero para vivir sin el estrés constante de la incertidumbre económica es, sin duda, un componente importante que contribuye al bienestar.

Sin embargo, son aún más importantes las relaciones sanas y las conexiones basadas en el apoyo.

4. Evita el remordimiento del comprador

Comprar cosas nuevas es emocionante y divertido, pero poco después de la compra, la emoción suele desaparecer.

Si te arrepientes de tus compras después de hacerlas, te conviene tener cuidado.

Por ejemplo, un buen hábito es esperar unos días entre el impulso de comprar algo y la compra real.

He aquí algunas preguntas que puedes hacerte antes de realizar una compra impulsiva:

¿Es algo que yo o mi familia necesitamos?
¿Estoy tan cansado que me merezco un regalo?
¿Cómo encaja esta compra con mis valores y objetivos?

Después de responder a estas preguntas, toma tu propia decisión. Es posible que acabes haciendo la compra y no pasa nada.

5. Ojos con "dar"

Es bueno dar a los demás.

Tanto si se trata de una donación a una organización benéfica como de una muestra de amor y apoyo a los amigos o a la familia, sigue siendo bonito.

Sin embargo, al igual que cualquier gasto, las donaciones deben presupuestarse, controlarse y hacerse a conciencia.

Sobre todo, no vayas más allá de tus posibilidades.

Tu próximo paso

Ahora, tómate unos segundos y piensa en un momento de tu vida en el que, si te hubieras hecho más preguntas o si hubieras indagado un poco más, habrías evitado uno o varios errores importantes.

Me refiero a todos esos errores que de una forma u otra te producen algún tipo de arrepentimiento o remordimiento.

Cuando dices: “Si lo hubiera sabido antes…”.

Ese es exactamente el tipo de situación a la que me refiero.

Piensa en ello.

Errores que has cometido en la escuela, durante la carrera o en el trabajo, o quizás por una o varias inversiones erróneas.

¿Cuánto dinero y tiempo no habrías perdido si te hubieras tomado la molestia de investigar una o varias de estas cosas?"

Y luego, de nuevo, pregúntate::

"¿Cuánto dinero tendrías hoy, si hubieras aprovechado esa oportunidad que rechazaste por ignorancia, miedo o ideas limitadoras?"

No estoy seguro de lo que ha pasado por su cabeza al leer los resultados de tu test. Quizá hayas pensado en “lo que podría haber sido” y eso te haya hecho sentir triste, feliz o frustrado.

Pero una cosa está clara.

No hay nada que puedas hacer para volver atrás y cambiar las cosas.

Nada.

Sin embargo, ahora que te conoces un poco mejor y eres consciente de tus creencias limitadoras, puedes hacer MUCHO para evitar que la falta de reflejos vuelva a estropear tu futuro financiero.

¿Cómo?

Hablando sobre ello.

Hablando de tus dudas, tus miedos, tus frustraciones con alguien que sepa y que entienda. No con amigos en el bar, sino con alguien que entienda lo que estás sintiendo. Alguien que ya ha ayudado a más personas en tu misma situación.

Alguien que pueda asesorarte, orientarte y darte información específica para tu beneficio. Alguien que sepa lo que te ha limitado hasta ahora y que conozca tu situación en concreto.

¿La buena noticia?

Lo puedes hacer GRATIS.

De hecho, he puesto a disposición de aquellos que han completado el test todo mi equipo de asesores especializados que, de forma totalmente gratuita, pueden ayudarte, a través de una breve charla de unos veinte minutos a entender qué tipo de inversión se adapta mejor a tus resultados.

La asesoría estratégica se llevará a cabo de esta manera:

Al final de la llamada telefónica, podrás decidir si estás satisfecho o no. Si nuestros consejos tienen sentido para ti y si realmente empezarás a modificar tu psicología del dinero.

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